Los 43 navegantes solitarios de Figaros Bénéteau pusieron rumbo desde Gijón al puerto francés de Concarneau , el sábado 10 de junio, a las 16.09 h, tras dos llamadas generales debido a la falta de viento que obligó al comité de regatas a retrasar la salida hasta pasadas las 16 horas y a la flota a reagruparse por detrás de la línea de salida en dos ocasiones, a la espera de la llegada de la pequeña brisa térmica del noroeste de 5 nudos posibilitara la salida.
La flota dejaba el puerto deportivo de Gijón tres días después de su llegada al puerto asturiano donde Nicolas Lunven (Generali) se proclamaba el primer vencedor de esta 48ª edición de una de las regatas oceánicas en solitario más reconocidas y más competitivas del mundo. La baliza Radio France, el primer punto en la segunda etapa en que se documenta el paso de los navegantes situada a unas 3 millas y media de la línea de salida, vio llegar en las primeras posiciones a Gildas Mahé (Action Contre La Faim), Adrien Hardy (Agir Recouvrement) – y segundo en la primera etapa que separó Burdeos de Concarneau – y Pierre Leboucher (Ardian).
Esta segunda etapa muestra dos caras: la de la clasificación acumulada en dos mangas que interesa sobre todo a los líderes y la de la victoria en Concarneau que preocupa a aquellos que se vieron obligados a abandonar antes de su llegada a Gijón por averías en los barcos.
La previsión meteorológica hace que el recorrido se presente laborioso ya que la flota de solitarios habrá de enfrentarse a un frente anticiclónico que atraviesa el golfo de Vizcaya y a varias zonas de paso prohibidas debido a unos ensayos de lanzamiento de misiles que están previstos para el lunes en las costas bretonas. La brisa térmica del día dará paso a una calma total durante toda la noche del sábado y el viento asociado a un frente que está previsto que llegue de las islas Azores, no hará acto de presencia hasta la mañana del domingo.