El 2 de marzo de 2003, el desafío suizo Alinghi ganó la 31ª America’s Cup en Auckland (NZL) y se convirtió en el primer desafío en ganarla en su primer intento. Ernesto Bertarelli y su equipo hicieron historia y dieron a Suiza una nueva imagen: la de una nación de navegantes. Veinte años después, cuando el desafío suizo regresa a la Copa, la emoción sigue presente.
Hace veinte años, en plena noche, los aficionados suizos vieron en directo cómo Alinghi hacía historia al ganar la 31ª America’s Cup frente a los neozelandeses. Fue una victoria que unió a todo el país y sacó a la luz un deporte que hasta entonces había tenido pocos seguidores. Además de los aficionados suizos que se desplazaron a Auckland (Nueva Zelanda), se vivió emoción a raudales en Suiza. Pocos días después de la victoria, 30.000 personas y otras tantas gorras de Alinghi esperaban el regreso del equipo a Ginebra. Fue una victoria histórica para un país sin salida al mar, cuyas capacidades tecnológicas y deportivas se pusieron en valor.
Partiendo de una hoja en blanco, Ernesto Bertarelli construyó un equipo capaz de ganar. El desafío de la Sociedad Náutica de Ginebra primero tuvo que vencer a los nueve desafíos en las regatas de clasificación, las Louis Vuitton Series. Al vencer a los estadounidenses en la final, Alinghi ganó su billete para enfrentarse al Defender neozelandés en el America’s Cup Match, que ganó por un contundente 5-0. Fue una victoria que desató un entusiasmo sin precedentes por una competición de vela.
Nada más bajar del barco, Ernesto Bertarelli, rodeado de todos sus compañeros, recibió la Copa conocida como la Auld Mug de manos del comodoro del club de regatas neozelandés. «Recuerdo el momento en que levanté la Copa por encima de mi cabeza», recuerda Ernesto Bertarelli. «Entonces me di cuenta de que este trofeo histórico estaba sujeto a su base de madera con una simple tuerca y que tenía que tener los pies en el suelo para llevarlo. Fue un momento de humildad: empezaba a darme cuenta de lo que acabábamos de lograr”.
Esta aventura dio origen a la «Generación Alinghi». Jóvenes que se matricularon en escuelas de vela y que hoy, para algunos, forman parte del Sailing Team en Alinghi Red Bull Racing. «Recuerdo muy bien cuando estaba viendo la última regata del match desde la Socidad Náutica de Ginebra con mis amigos», recuerda el ahora patrón Arnaud Psarofaghis. «Tenía 14 años y ese momento despertó en mí el sueño de participar en la America’s Cup. También despertó en mí las ganas de unirme al equipo suizo ganador de la Copa, Alinghi.
Estos jóvenes forman ahora un equipo de talento cuya esencia no ha cambiado desde 2003: la pasión, la implicación y la competencia de todos los miembros forman un grupo muy unido y centrado en el mismo objetivo. Esta mezcla de juventud y experiencia se ilustra con la presencia de quienes ya estaban allí en 2003 y están dispuestos a revivir las emociones con la misma intensidad. Como Ernesto Bertarelli, por supuesto, encontramos además a Brad Butterworth, Pierre-Yves Jorand, Michel Hodara, Juan Vila, Luc du Bois, Rodney Ardern, Jean-Marie Fragnière, João Cabeçadas, Simon Bovay, David Nikles, Narino Alessi, Christophe Lanz, Nils Frei e Yves Detrey.
Hace veinte años, Suiza se unió al cerrado círculo de países que han ganado la Copa: Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Pero por primera vez, el trofeo deportivo más antiguo del mundo lo ganó un equipo europeo, y además en su primer intento. Ahora toca seguir haciendo historia en otoño de 2024 en Barcelona.